Ricardo Bustos: El pionero que sembró el futsal femenino en Limón desde sus raíces

En el corazón caribeño de Limón, donde el deporte late con fuerza en cada esquina, un nombre ha marcado un antes y un después en la historia del futsal: Ricardo Bustos. Llamado por muchos “el padre del futsal en Limón”, su huella se ha ido profundizando a lo largo de más de veinte años, especialmente por su dedicación al desarrollo del talento femenino desde las divisiones más jóvenes.

Todo empezó en el año 2000, cuando se sumó al Caribbean School. “Con el apoyo de los padres, las estudiantes y la gerente Silvia Alvarado, comenzamos a competir en los torneos que organizaban Mario Jackson y Beatriz Bailey de JAPDEVA”, rememora Bustos. Apenas un año después, el equipo del Caribbean ya estaba dando batalla a nivel nacional, abriendo camino para lo que sería el crecimiento sostenido de esta disciplina en la zona.

De fútbol salón a futsal: un cambio con sus retos

En 2007, llegó la transición de fútbol salón al futsal, un paso que no fue sencillo. “Lo más difícil fue lidiar con la falta de apoyo económico y conseguir jugadoras suficientes. Nos costó bastante, pero no nos dimos por vencidos”, cuenta.

Con el paso del tiempo, ese esfuerzo ha dado frutos visibles. “Hoy tenemos equipos competitivos en ligas menores en todo el país y, con mucho orgullo, volvemos a tener representación femenina en la Premier en 2025”, celebra, refiriéndose al regreso del cantón central a la máxima categoría tras una larga espera de diez años.

Una victoria construida con comunidad

Este logro no es casualidad. Bustos lo tiene claro: la clave ha sido la constancia. “Todo esto es resultado de la entrega del cuerpo técnico, el compromiso de las jugadoras y el respaldo de los patrocinadores. La comunidad lo ha recibido con una energía increíble”.

Ese entusiasmo también se siente en su academia, ubicada en el cantón central, donde entrena a jóvenes desde la categoría U12 hasta U16 en femenino, y desde U8 en masculino. Aunque aún no ha visto a una de sus jugadoras debutar en la Premier, no tiene dudas de que “en poco tiempo darán de qué hablar”.

Formación con visión y propósito

Su academia tiene una misión clara: formar atletas que algún día defiendan los colores de Limón y del país. ¿Su fórmula? “Disciplina y perseverancia, sin perder de vista el alto rendimiento”, asegura. Para él, el futsal va mucho más allá del deporte: es una herramienta que puede transformar vidas.

En ese sentido, que Limón haya sido elegida como sede de las próximas justas deportivas nacionales es un paso trascendental. “Es un momento histórico. Esta provincia ha sido cuna de grandes figuras y ahora tendrá un impulso aún mayor para el futsal”, expresa con entusiasmo. La comunidad, por su parte, ya está lista para recibir el evento con el alma puesta en cada detalle.

Más canchas, más sueños posibles

Pero Bustos también es claro respecto a los retos que aún persisten. “Hace falta infraestructura. Hay academias que no tienen dónde entrenar en condiciones dignas”. Para que este deporte siga creciendo, la inversión en espacios adecuados es vital.

El mensaje de quien abrió camino

Con la mirada puesta en lo que viene, Ricardo Bustos no suelta el timón de su sueño: “Ver a Limón en la cima del futsal femenino y masculino en Costa Rica”. Su mensaje a quienes están empezando es directo y sincero: “Tienen que creérsela, ser disciplinados. Nada se consigue fácil, pero con esfuerzo, todo es posible”.

Más que un entrenador, Ricardo Bustos ha sido mentor, guía y sembrador de esperanza. Su legado es una historia viva de compromiso, pasión y fe en un deporte que, gracias a él, encontró su hogar en las canchas limonenses.

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