En un día que quedará grabado en la memoria del softbol femenino, Emily Richardson, la talentosa lanzadora de los Tigers, se alzó como la protagonista absoluta tras guiar a su equipo a dos triunfos aplastantes frente a Catrinas y Brujas el pasado 3 de agosto. Su actuación, simplemente histórica, le valió ser elegida MVP en ambos encuentros, consolidando su lugar como una de las figuras más dominantes del campeonato.
Una obra maestra desde el círculo
En el primer partido, contra Catrinas, Richardson no solo ganó el juego, sino que lanzó una verdadera joya monticular:
- Juego ganado (JG)
- 6 ponches (K)
- 0 hits permitidos (H)
- 0 carreras limpias (CL)
Un desempeño que rozó la perfección y dejó a las bateadoras rivales sin respuestas.
Pero lo más impresionante estaba por venir.
El bate también habló: poder ofensivo en alza
En el segundo enfrentamiento, esta vez contra Brujas, Emily demostró que su talento va mucho más allá del montículo. Además de llevarse nuevamente la victoria como lanzadora con otros 6 ponches y sin permitir carreras limpias, brilló con el madero:
- 3 turnos al bate, 2 hits (3-2)
- 1 jonrón (HR)
- 5 carreras impulsadas (CI)
Una actuación de doble impacto que la convirtió en una pesadilla completa para sus rivales.
Tigers imparables: cifras que hablan
Los números colectivos del equipo reflejan una ofensiva letal y organizada:
- Contra Catrinas: 11-2-5-18-9-0-7
- Contra Brujas: 9-0-7-16-9-2-1
Cada inning fue un despliegue de velocidad, estrategia y contundencia ofensiva. Las Tigers no solo ganaron, dominaron con autoridad.
Richardson, ¿la MVP de la temporada?
Con actuaciones como esta, Emily Richardson no solo consolida su estatus como figura clave de los Tigers, sino que se perfila como una candidata firme al premio de Jugadora Más Valiosa de la liga. Su capacidad para decidir partidos desde el círculo y con el bate la convierte en un arma doble de valor incalculable.